Aquí les narramos sólo una parte de su historial delictivo en su pueblo natal, Santo Domingo Tonalá
Redacción
13 de agosto, 2024
A cinco años de la agresión a la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, de la cual ella acusó de manera directa al empresario Juan Antonio Vera Carrizal, sin tener hasta el momento pruebas de su dicho, salen a la luz nuevas denuncias que evidencian el historial delictivo de la familia Ríos Ortiz y la forma en que se han manejado para obtener beneficios económicos.
El antecedente delincuencial en la familia Ríos Ortiz viene desde su abuelo y su padre, quienes son conocidos en la Mixteca por dedicarse a la compra-venta de carros robados, situación que los hizo crecer en un ambiente de violencia y de carencias económicas, manifestadas por habitantes de Santo Domingo Tonalá, Huajuapan de León, de donde son originarios.
Tras el presunto feminicidio que acusa, con el fin de obtener una reparación de 85 millones de pesos, se han dado a conocer otras líneas de investigación, ya que tanto María Elena, como su hermana Silvia y su hermano Carlos, han sido denunciados por diversos delitos, mismos que se quedaron impunes por las presuntas “relaciones” que mantenían con elementos policiacos.
De acuerdo a legajos de investigación en instancias de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), en el 2012, las hermanas María Elena y Silvia Ríos Ortiz, fueron denunciadas por agredir a golpes y amenazar de muerte a una mujer de nombre Isabel Olivia M. R., en Santo Domingo Tonalá, a quien dejaron marcada al realizarle heridas con un cuchillo en diversas partes del cuerpo.
De acuerdo a la denuncia, las violentas hermanas irrumpieron en su domicilio particular, para golpearla y lesionarla con el arma punzocortante, mientras la amenazaban de “no meterse con ellas o no la contaba”, porque simplemente les “caía gorda”.
Otra denuncia por lesiones con agravante de pandilla, fue hecha por el ciudadano Gonzalo M. S., de oficio mecánico, en abril del 2013, en la comunidad de Natividad, Santo Domingo Tonalá, Huajuapan de León, quien fue brutalmente golpeado por los hermanos Juan Carlos, Silvia y María Elena Ríos Ortiz, quienes alcoholizados lo buscaron por rencillas anteriores con su familia.
Conocidas por sus necesidades económicas, las hermanas Ríos Ortiz buscaba víctimas a quienes podía extorsionar, mediante relaciones sentimentales, como lo establece la denuncia hecha por José Manuel L. B., quien sostuvo un concubinato con Silvia Ríos Ortiz y que terminó de manera violenta cuando la descubrió siéndole infiel.
“La encontré con otro en su cuarto y al confrontarla me dijo ´que te importa, te vale madre es mi vida, tu ya no me importas desde hace mucho tiempo, y aquí tienes la prueba, que mas quieres, ya lárgate a la chingada, vas a ver, te va a cargar la chingada, yo tengo demasiados contactos que te van a chingar perro’”.
Posteriormente intentó agredirlo físicamente rompiendo algunos objetos de su cuarto, mismos que posteriormente le quiso cobrar por la cantidad de 150 mil pesos, al tiempo que advertía que si no se los pagaba lo acusaría de violación, valiéndose presuntamente de los contactos que tenía con elementos policiacos de Huajuapan de León, por lo que fue denunciada por falsedad de declaraciones y extorsión.
En septiembre del 2012, Sugey E. C. M., también denunció a Maricarmen Ortiz Martínez y Silvia Ríos Ortiz, por daños y amenazas, tras un pleito con ellas en la comunidad de Santo Domingo Tonalá, que derivó en golpes y en afectaciones a una camioneta propiedad de la denunciante.
De una forma alevosa, en el 2015, Carlos Ríos Ortiz, agredió en calles de Santo Domingo Tonalá, a Juan Carlos Durán, a quien le causó la muerte tras provocarle lesiones graves con un cuchillo, sin que tuviera que responder de manera real y legal por este delito.
Para poder solventar los gastos tras la agresión sufrida por María Elena Ríos, su hermana Silvia acusó de robo de un lote de alhajas, -mismas que conocidos señalaron que nunca tuvieron-, a una joven que meses antes había contratado para que realizara la limpieza de su casa, a la que le quedó a deber varios meses de trabajo.
Sin embargo, de manera cínica, las hermanas Ríos Ortiz señalaron que la joven se habría llevado diversos objetos de oro que sumaban la cantidad de 78 mil pesos, los cuales pretendieron cobrarle a base de amenazas a ella y a su familia, hasta que decidieron también denunciarlas por extorsión en diciembre del 2020.
Finalmente, otra de las argucias de las Ríos Ortiz, que fue mediática para poder obtener prebendas millonarias, fue la de acusar al actor Tenoch Huerta de violencia sexual y emocional, y responsabilizarlo de cualquier acto que afectara a ella o a su familia, no sin antes intentar extorsionarlo para no hacer público lo que ella llamó “stealthing”, la acción de quitarse el condón sin avisar a la pareja durante el sexo.
La situación no les funcionó ya que el actor no cayó en la extorsión y pese a que dañaron su carrera, María Elena Ríos Ortiz quedó evidenciada como alguien que lejos de buscar justicia para su desgracia, está lucrando con esta y con otras situaciones.
Ahora también ve lejanos, los 85 MDP que pretende ganar al acusar a Vera Carrizal por la presunta agresión en su contra.